viernes, 29 de agosto de 2008

El dilema surge después de un año sabático.

Señoras y señores que lean mi blog:

Tengo una duda que me urge la respuesta, ya que, llevo un año sin entrenar al fútbol sala. Lo dejé porque llevaba 3 años corriendo y dejándome la piel en los entrenos sin obtener fruto de lo que coloquialmente se le llama "sudar la camiseta", dicho fruto era una cosa que deseaba tener desde que empecé a entrenar: Una ficha para poder jugar todos los fines de semana.
Ésta no llegaba nunca, cogían siempre a unas personas que no había visto en mi vida tocar un balón de fútbol.

El año pasado, tras perder toda esperanza de conseguirla, decidí tomarme un año sabático. Acabé cansadísíma, de todo lo que me hacían: me ponían de portera (Cuando soy más mala que Hildebrand), me hacían chutar la bola contra la pared (sabiendo que en mis pies tengo mucha fuerza ), cogían a gente que no había visto en mis 3 años tocando una pelota para marcar gol, me exigían más de lo que puedo hacer... En fin, todo un acumulo de ira, que acabó reventando en mí.

No sé por qué me exigía tanto ese equipo, si al fin y al cabo... ¡Nunca les he visto ganar ni el torneo que se disputa en primavera. Un equipo, que nunca jugará contra el resto de la Comunidad Valenciana y tendrá que conformarse siempre con jugar en la Regional.

Ahora os planteo yo una pregunta... ¿debería volver o no? El equipo del pueblo vecino, me dijo que podía ir a entrenar, el problema es que no tengo carnet de conducir y no puedo ir caminando porque está a unos cuántos kilómetros.

Si alguien lo lee, por favor que responda.